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Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban a los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha. Ministerio de trabajo y seguridad social, p

Introducción 2 3. Estado de la Cuestión 11 4. Repertorio de fuentes 20 5. Aproximación al objeto de investigación 28 5. Discursos en torno a la figura de la prostituta. Abolicionismo o 30 regulación. Los reglamentos de Higiene Las Prostitutas Segundo Ensanche 35 5. Reglamento de Higiene Especial 39 5. Reglamento de Higiene Especial 47 5. Reglamento de Higiene Especial 53 5.

Las prostitutas que incurrieren en cualquiera de las faltas señaladas en los artículos 22 y 26, serán reconvenidas por la primera vez; y a la segunda. »Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo.

Reglamento de Higiene Especial 60 5. Denuncias y expedientes 63 5. Una geografía de la prostitución.

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Perfiles sociales de los actores del mercado prostitucional: 91 Las cartillas de inscripción. Conclusiones 98 7. Anexos 8. No se las excluye, sino que se las específica a través de una diseminación y solidificación regional. Vigilar y castigar. La globalización de la industria del Las Prostitutas Segundo Ensanche implica a su vez que comportamientos sexuales y modelos femeninos 1 Foucault, Michael. Vigilar y castigar, [] pp La industria de la vagina.

La economía política de la comercialización global del sexo, pp Paidós, Cit, pp Los debates asociados a campos teóricos como el abolicionista, el regulacionista o el del trabajo sexual se complejizan adoptando perspectivas multifocales que no obstante pueden ser rastreadas en el tiempo.

Aunque la regulación pretendía combatir el contagio Las Prostitutas Segundo Ensanche enfermedades venéreas y frenar la prostitución juvenil, el objetivo principal no era tanto la disminución del vicio como el control y la regulación de la actividad.

Las autoridades aceptaban por tanto la prostitución como lacra social, pero al mismo tiempo parte inevitable de la vida. La propia Josephine Butler afirmó que sus razones para liderar la campaña de derogación se dirigían a la protección de todos los ciudadanos y no a la defensa de los derechos de la mujer.

Harding university. En consecuencia, señalaba Las Prostitutas Segundo Ensanche que la sexualidad debería tratarse como un punto de especial interés en épocas de cambio y tensión social.

Si bien la sexualidad en las sociedades occidentales ha sido estructurada dentro de un marco social punitivo y se ha visto sujeta a continuos controles, las transformaciones económicas y el proceso modernizador asociado a la revolución industrial conllevaron Las Prostitutas Segundo Ensanche cambios, conflictos y resistencias entre el nuevo modo de producción capitalista y las estructuras gremiales tradicionales.

Frente a la visión restrictiva de lo sexual del siglo XVIII, el siglo XIX representó una inflexión que dio pie a una suerte de relajamiento en la aplicación de mecanismos represivos contra la prostitución. La postura abolicionista se centra en clientes y proxenetas a los que considera culpables de la situación de las mujeres prostituidas.

Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales, [], p. El 9 Rubin Gayle, Op. Ampliar información en anexo 1. Historia de la prostitución en Euskal Herria. Ed Txalaparta,pp Ambos modelos no fueron totalmente extraños entre sí, pero pertenecían a tradiciones o corrientes ideológicas distintas Por el contrario, el caso español difiere profundamente, Las Prostitutas Segundo Ensanche burguesía española no logró imponer sus puntos de vista en la vida política y social, así como en el mundo privado.

Por otra parte, los discursos asociados a la iglesia católica fueron muy beligerantes con el liberalismo y la modernidad y para Aresti, Las Prostitutas Segundo Ensanche pugna entre las Las Prostitutas Segundo Ensanche medias cercanas al ideario liberal y el conservadurismo católico situó a la mujer del lado de la tradición, la ignorancia y el pasado mientras que la masculinidad quedaba asociada a progreso científico perdurando hasta bien entrado el siglo XX.

Sin embargo, parece bastante Las Prostitutas Segundo Ensanche que el lugar Las Prostitutas Segundo Ensanche para una mujer ya sea entre la burguesía patria o la extranjera, era el hogar y que los modelos de feminidad alternativos debían ser controlados evitando que Las Prostitutas Segundo Ensanche influencia corruptora se extendiese al conjunto de las mujeres.

Universidad del País Vasco, pp Male and Middle Class. Explorations on Feminism and History. Nueva York: Routedge,pp La marginación social de la prostituta no se produjo solo en lo simbólico, sino que también se plasmó en el espacio. Sin embargo, la marginación no fue del todo efectiva, pues la reducción de las jornadas laborales, la mejora de la capacidad adquisitiva entre las clases populares y la generalización de nuevos espacios de ocio generaron figuras femeninas difusas como tanguistas, bailarinas y cabareteras.

Debe señalarse la excepción de Barcelona, ciudad que contó con un barrio chino. Véase Hubbard, Phil. Sexuality, Immorality and the City: Red-light districts and the marginalisation of female street prostitutes, Gender, Place and Culture, pp De hecho, Miren Llona remarca en uno de sus estudios de caso que las mujeres trabajadoras se enfrentaban a grandes dificultades para hacerse respetar y evitar acosos e insinuaciones.

La principal preocupación de modistillas y criadas fue muchas veces evitar una posible identificación con las prostitutas ya que las mujeres de clase obrera veían comprometido su honor por el mismo hecho de su pertenencia de clase A través del estudio de 15 Clement, Elizabeth Alice.

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University of North Carolina Press, Universidad del País Vasco,pp Hispania, El período elegido puede corresponder bien con uno de esos contextos en los que advierte Gayle Rubin que la tensión social repercute en el debate y la alarma sobre las conductas sexuales.

Frente al habitual Las Prostitutas Segundo Ensanche y simplista estereotipo del inmigrante masculino, joven, pobre y analfabeto que se desplaza del campo a la ciudad para mejorar sus condiciones de vida, aparece una inmensa variedad de tipologías migratorias Muchas de las mujeres inmigrantes en Bilbao carecían de redes familiares de apoyo, siendo habitual el recurso estratégico de la prostitución como complemento a unos salarios exiguos.

En las calles de Bilbao la Vieja, Atxuri, San Francisco y Cortés —entre otras— convivieron decenas de burdeles, casas de lenocinio y pisos particulares en los que se ejercía la prostitución clandestina en viviendas obreras.

La premisa de controlar el contagio de enfermedades sexuales no incluía a la población masculina, porque se consideraba a la prostituta como principal fuente de contagio y enfermedad. Las Prostitutas Segundo Ensanche través de los poderes administrativo, sanitario y policial se sometió a minuciosas revisiones médicas no solo a las prostitutas sino a las mujeres sospechosas de dedicarse a la prostitución, evidenciando un trato desigual por razón de género que retenía en hospitales a las mujeres contagiadas y daba libertad de movimiento a unos hombres que posiblemente extendieron enfermedades como la sífilis entre otras prostitutas y sus propias mujeres.

El Ayuntamiento a través del Negociado Las Prostitutas Segundo Ensanche Higiene ejerció un enorme control en las vidas de estas mujeres y para ello se sirvió de funcionarios como, veladores nocturnos, guardias municipales, inspectores de higiene especial y médicos higienistas e instituciones como las casas galeras Las Prostitutas Segundo Ensanche del asilo de dementes o los laboratorios y hospitales habilitados para el tratamiento de enfermedades venéreas.

Estado de la Cuestión La historiografía española se hizo eco tarde y muy parcialmente del interés que sobre la prostitución en el pasado ya se había expresado en otros entornos académicos como el francés, el inglés o el Las Prostitutas Segundo Ensanche desde finales de la década de Una visión muy extendida entre las feministas de los años 60 y 70 fue sin embargo la de la prostitución Las Prostitutas Segundo Ensanche vestigio de las sociedades tradicionalmente dominadas por hombres, que los nuevos tiempos y los avances en la situación de la mujer borrarían de la faz de la tierra.

No puede dejarse de lado la influencia foucaultiana que presenta la historiografía tanto nacional como extranjera. La Historia de la sexualidad del filósofo francés resulta fundamental al fin y al cabo para comprender el modo en el que la burguesía trataba de imponer un discurso Las Prostitutas Segundo Ensanche de la sexualidad cuyo objetivo era el control de los cuerpos y los deseos que traspasasen las pautas moralmente aceptadas Véase también Gayle, Rubin.

La trata de mujeres: notas sobre la economía política del sexo. Política sexual, ed. Rupert Hart-Davis, Reino Unido. Cit, pp 27 Foucault, Michel. Historia de la sexualidad. Tomo III La inquietud de sí. Ed Siglo XXI,pp La genealogía Las Prostitutas Segundo Ensanche puede ser una herramienta óptima para analizar proceso como la medicalización de la prostitución a mediados del XIX o las propias transformaciones del sistema reglamentista asociadas a un proceso permanente de conflicto y negociación en el que las estrategias de poder implicarían necesariamente una multiplicidad de estrategias de resistencia por parte de los afectados por la reglamentación.

Una de las principales aportaciones en torno al fenómeno prostitucional desde el campo de la historiografía es la de Judith R. Walkowitz, quien en sus obras Sexualidades peligrosas y Prostitution and victorian society: women, class and state, explora la Inglaterra y el Londres victoriano de finales del XIX.

También ahonda en las desigualdades tanto de clase como Las Prostitutas Segundo Ensanche género tratando de relacionarlas con los procesos Las Prostitutas Segundo Ensanche de la época. Entre las aportaciones francófonas cabe destacar la de Alain Corbin quien describió la prostitución de la Francia decimonónica no como un vicio, crimen o enfermedad, sino como un negocio bien organizado Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales, Amorrortu, Buenos Aires, Prostitution and Victorian Society.

Las Prostitutas Segundo Ensanche, Class and the State, Nueva York, Canadian Journal of Sociology, Corbin, Alain. Les filles de noce. Misère sexuelle et prostitution au XIXe siècle. Flammarion, A nivel local la documentación varía enormemente, Las Prostitutas Segundo Ensanche que dificulta la elaboración de estudios generales y monografías A dissertation submitted in partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor Las Prostitutas Segundo Ensanche Philosophy History in The University of Michigan, Univ of North Carolina Press, Johns Hopkins University Press, Sin duda debe atribuírsele el mérito como precursor en el estudio de esta materia, aunque se haya centrado exclusivamente en la documentación legal evitando cualquier aproximación a las posibles resistencias suscitadas por la aplicación de la estricta normativa y a las vidas de las mujeres dedicadas a la prostitución.

A pesar de que aduce repetidas veces la necesidad de incluir el enfoque de género e insertar el estudio de la prostitución dentro de la historia de la sexualidad, sus obras carecen de ambos enfoques manteniéndose dentro del campo de la historia social.

A partir de los años ochenta se multiplicaron, con mayor o menor acierto, las aproximaciones locales hacia el campo de estudio de la historia de la prostitución partiendo de documentación primaria. Matilde Cuevas en colaboración con Luis Enrique Otero Carvajal aborda la regulación de la prostitución en Madrid, estudio que complementa con un acercamiento sociológico a la figura de la prostituta También han abordado otras cuestiones relacionadas con la sexualidad como la construcción socio- sexual del cuerpo femenino, el disciplinamiento de los cuerpos e incluso en colaboración 36 Guereña, Jean Louis.

Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque. Historiam Illustrandam, vol. El tiempo de la prostitución reglamentada. Madrid Servicio de publicaciones, Diputacion provincial, Ayer, n. De historia prostitutionis. Cit, pp. Aproximación a la consideración social de la prostituta», en Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres. Sexo y razón: una genealogía de la moral sexual en España. Ed Txalaparta. A través de sus artículos analiza los roles de género durante el primer tercio del siglo XX en Bizkaia y la forma en la que las identidades de las clases subalternas elaboraban estrategias de resistencia frente a los discursos estigmatizadores de las clases dominantes Si bien la autora, que parte de una cronología y fuentes similares a las de este trabajo, esboza conceptos interesantes como la existencia de una solidaridad específica de clase entre estas mujeres o la posibilidad de que las prostitutas trascendiesen la identidad de víctima para desarrollar estrategias de resistencia, apenas esboza la distribución espacial de la prostitución Las Prostitutas Segundo Ensanche Bilbao dejando abierta la posibilidad de cartografiar sobre mapa una verdadera geografía de la prostitución bilbaína.

Profesiones, oficios y tareas de las mujeres en Bizkaia. Diputación Foral de Bizkaia,pp La documentación de origen municipal que algunos artículos ya han abordado recoge el papel del Ayuntamiento como responsable Las Prostitutas Segundo Ensanche en la gestión sanitaria y policial de la prostitución.

Argitarapen Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea, La calle y el conflicto en el moderno Madrid, Visión estelar de un momento de la Historia.

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UCM, Finalmente debe señalarse la ausencia de investigaciones académicas que aborden en conjunto la prostitución en las tres capitales vascas o incluso la totalidad de la provincia de Bizkaia. Repertorio de fuentes Los estudios en torno a la prostitución en España presentan a menudo importantes carencias asociadas a la escasez de fuentes. Reglamentos de higiene especial. No se ha procedido sin embargo al vaciado de las secciones de higiene especial de las anteiglesias y municipios circundantes que completaría el mapa de la oferta prostitucional bilbaína.

Las Prostitutas Segundo Ensanche y expedientes. En primer lugar, aportan datos como la identidad del denunciante y de la persona denunciada, así como el artículo del reglamento que había sido infringido y la pena correspondiente. Por otra parte, el propio proceso administrativo que seguía a la denuncia y que generalmente terminaba con la imposición de una multa o el ingreso de la interesada en la casa galera si era declarada insolvente resulta de interés como prueba del control Las Prostitutas Segundo Ensanche por las autoridades.

Finalmente, las direcciones que acompañaban la denuncia permiten situar en el mapa los domicilios en los que fue practicada la prostitución clandestina o donde convivieron Las Prostitutas Segundo Ensanche clandestinas con otras dadas de alta. Información estadística del padrón. Los expedientes y denuncias, principales objetos de estudio de este trabajo junto con las sucesivas Las Prostitutas Segundo Ensanche y sus respectivos añadidos Las Prostitutas Segundo Ensanche modificaciones, deberían completarse con la información estadística del padrón.

Esta herramienta permitiría cruzar los datos de los registros y las cartillas con los datos aportados por el Padrón Municipal. Estas fichas, rellenadas anualmente por el cabeza de familia de cada hogar muestran detalles fundamentales para el estudio del contexto social que rodeaba los barrios obreros en los que se ejercía en Bilbao la prostitución. Las referencias a viviendas y alquileres y las alusiones al estado civil, las relaciones de parentesco o la ocupación son sin duda necesarias para acercarse a la realidad social del Las Prostitutas Segundo Ensanche decimonónico y seguir las transformaciones económicas y sociales de una ciudad en proceso de cambio.

Las cédulas personales que las prostitutas estaban obligadas a llevar en todo momento con ellas y los registros aportan siempre el oficio al que se dedicaban anteriormente las prostitutas, así como su estado civil, habitualmente solteras o viudas Al igual que las denuncias, los procesos judiciales incluyen vivencias personales y detalles que escapan a la fría lógica de los reglamentos.

Los seis documentos emitidos por el Las Prostitutas Segundo Ensanche de la Policía Local muestran los recursos de alzada promovidos por individuos descontentos frente a las multas que el Ayuntamiento les había impuesto.

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La imposición de una multa, especialmente si el delito era la prostitución clandestina, podía suponer un motivo de escarnio para el afectado e incluso derivar en su expulsión del vecindario. Lolitas, amancebados y busconas: Relaciones de género en los barrios populares madrileñospp En cualquier caso, la totalidad de los recursos fueron desestimados por la comisión provincial V.

Cédulas, patentes y comprobantes. Finalmente, un dato de interés es Las Prostitutas Segundo Ensanche aparición de notificaciones del traslado de prostitutas Las Prostitutas Segundo Ensanche de otras ciudades a la Villa de Bilbao. En estas fichas se daba de baja a dichas mujeres en el registro de sus respectivas ciudades de procedencia y se advertía al negociado de higiene de la llegada de nuevas prostitutas no matriculadas. Aparecen notificaciones correspondientes a las secciones de higiene especial del Gobierno Civil de las provincias de Madrid, Santander, Zaragoza, Valladolid entre otras.

A pesar de que lo apresurado de las notas y el mal estado en el que se hayan algunas de ellas dificulta su comprensión, parece bastante claro que se dio una estrecha colaboración entre las secciones de higiene especial de las distintas ciudades españolas Libros de registro El Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia comprende los libros de registro en los que eran inscritas las prostitutas de la Villa.

La Las Prostitutas Segundo Ensanche de los vecinos Las Prostitutas Segundo Ensanche compartieron calles y espacios de sociabilidad con las prostitutas seguramente dejó huella en los espacios que los periódicos dedicaban a la opinión de los lectores o a las cartas al director y pueda rastrearse consultando en la hemeroteca publicaciones como El Centenario BilbaoEl Correo Vascongado o El Nervión BilbaoLa Gaceta del Norte o el Nacionalista.

Las publicaciones asociadas a partidos políticos de izquierda o sindicatos hacían también alusión al fenómeno de la prostitución, tratando de dar la vuelta al discurso hegemónico entre las clases Las Prostitutas Segundo Ensanche. Los medios socialistas trataron de revertir el discurso que envilecía a la mujer obrera enfatizando sus cualidades como madre trabajadora y a pesar de exculpar a las prostitutas, a quienes consideraban víctimas de los apetitos de la burguesía, olvidaron que también los obreros acudían a las mancebías.

La Lucha de Clases, periódico de la agrupación socialista de Bilbao editado de afue una de las primeras publicaciones vizcaínas de izquierdas y dedicó numerosas publicaciones a la denuncia de la prostitución, describía a las prostitutas como inocentes hijas del pueblo, víctimas de la lujuria y el vicio de los señores y denunciaban la degeneración de los ricos como generadores corruptores de las clases obrera.

Asquerosa gangrena que mantiene unos cuantos viejos verdes y holgazanes, que son los verdaderos corruptores de la juventud, explotadores de la miseria Representaciones literarias La narrativa permite también acercarse a la representación social de la figura de la prostituta.

La suciedad, la pobreza y la marginación son las protagonistas de las Las Prostitutas Segundo Ensanche del realismo y el naturalismo. Esta tendencia surge en la Francia decimonónica, desde donde se extiende por toda Europa. La mujer se integra en la literatura realista como un elemento marginal ajeno al status quo sociopolítico junto Las Prostitutas Segundo Ensanche los delincuentes y los enfermos mentales.

Escritores como Zola, de Las Prostitutas Segundo Ensanche social burgués, representan a la prostituta como a una mujer de clase humilde dominada por la ambición que somete y degrada al hombre a través de la sexualidad, pero cuyas armas terminan volviéndose contra ella. Los relatos a menudo eran protagonizados por inocentes jóvenes de clase obrera seducidas por miembros de la burguesía y caídas en desgracia o sumidas en la miseria y obligados por las circunstancias 57 Veloso, Isabel.

Tipos femeninos en las novelas del realismo y el naturalismo francés. Nana, p. Les Rougon-Macquart, A menudo se jugaba con la idea del matrimonio, pero el hilo narrativo terminaba conduciendo a un final infeliz en el que la prostituta termina sola y abandonada por todos.

La prostitución enfocada desde óptica científica característica del XIX goza de una mayor tolerancia, se aceptaba como mal menor y se regula a fin de evitar la propagación de enfermedades. Algunos médicos como el donostiarra Justo María Zabala cargaron tinta contra el puritanismo y las doctrinas que consideraban la sífilis como un Las Prostitutas Segundo Ensanche de origen divino, pero generalmente y aunque exculpasen a las prostitutas de su situación, todo el control médico recaía sobre ellas.

Planos del catastro. La inclusión de este tipo de soporte permite registrar las direcciones en las que se practicaba la prostitución legal o clandestina.

Para la elaboración de este trabajo se han incluido dos mapas, en uno de ellos se señalan con colores los principales barrios y focos prostitucionales, mientras que en un segundo se comparan las direcciones de prostitución clandestina extraídas de las denuncias y las direcciones de las casas de tolerancia permitidas por el Ayuntamiento.

La información visual permite Las Prostitutas Segundo Ensanche en su contexto las calles que denuncias y registros señalan de forma constante, observar los principales emplazamientos y los barrios que rodearon a estos enclaves. Los sucesivos reglamentos que entre y rigieron esta actividad, han sido en demasiadas ocasiones separados de la documentación cotidiana que acompañó a su expedición.

Si las cédulas y especialmente los registros permiten un acercamiento sociológico que pone nombre, edad y procedencia a unas mujeres Las Prostitutas Segundo Ensanche para los reglamentos, las denuncias resultan un material extremadamente revelador ya que cuestionan por completo la racionalidad que caracterizó a los reglamentos de higiene especial.

Sería muy ingenuo plantearse que las autoridades no estuviesen al tanto de los intercambios sexuales clandestinos y de que solo los proxenetas se enriquecieron actuando al margen de la ley. Numerosas voces, especialmente las de los socialistas, denunciaron la juventud de las mujeres que ofrecían sus cuerpos en las calles de la capital bilbaína y se restringió la edad de acceso al mercado prostitucional: primero a diecisiete y posteriormente a veintitrés.

Es cierto que se dotó de recursos legales a las mujeres que viesen como sus bienes materiales eran requisados por unas amas alarmadas por el continuo trasvase de pupilas que decidían ejercer de forma autónoma. Abolicionismo o regulación. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocupaban una posición equívoca y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano.

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Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo control sobre su comportamiento.

Al recato de las mujeres burguesas se contraponía el concubinato asociado a las clases trabajadoras. Género e identidad de clase.

La construcción de la clase obrera vizcaína durante el primer tercio del siglo XX. La moralidad de los habitantes de barrios obreros fue cuestionada a través de una serie de discursos que dudaban de la moralidad de las mujeres de clase trabajadora enjuiciando las condiciones de Las Prostitutas Segundo Ensanche en las que vivían y especialmente la ausencia de barreras físicas que separasen la Las Prostitutas Segundo Ensanche de ambos sexos.

Con el endurecimiento del Reglamento de Higiene Especial de la Villa de Bilbao la moralidad femenina proletaria fue cuestionada hasta el punto de asimilar mujer obrera y prostituta. El hecho de que las mujeres de clase obrera fuesen objeto de observación por parte de las normativas higienistas hizo de su comportamiento y apariencia uno de Las Prostitutas Segundo Ensanche ejes fundamentales de la respetabilidad de la propia comunidad.

Al mismo tiempo la prostitución pasó a considerarse una de las principales pruebas de la depravación moral de las clases obreras. Desde el punto de vista higiénico era considerado un ser enfermo, foco de enfermedades venéreas Las Prostitutas Segundo Ensanche insalubridad.

Los discursos socialistas 62 Díaz Freire, J. La construcción de la identidad y la diferencia en el País vasco a finales del siglo XIX. Sesión Las Prostitutas Segundo Ensanche 4 de enero de Las Prostitutas Segundo Ensanche en Llona, Miren. Realmente no se daba siquiera la posibilidad a estas mujeres caídas de restituir su dignidad e incorporarse a la sociedad. La lucha de clases. Se concebía a la prostituta como una víctima inocente y carente de pasión sexual de forma que en parte la defensa de su figura pasaba de Las Prostitutas Segundo Ensanche por encuadrarla como un agente involuntario incapaz de elaborar estrategias de resistencia y privado Las Prostitutas Segundo Ensanche subjetividad.

Muy diferente fue la acogida del imaginario asociado a la prostituta entre las mujeres de clase trabajadora, forzadas a controlar su comportamiento para evitar ser confundidas con Las Prostitutas Segundo Ensanche. Joan Scott señala las contradicciones y debates suscitados por el empleo femenino que el ideario socialista Las Prostitutas Segundo Ensanche a considerar un problema suscitado por la explotación capitalista al que se debía poner solución Las Prostitutas Segundo Ensanche propia percepción de la mujer trabajadora como fuente de corrupción68 terminó siendo asimilada por los partidos de izquierda y la adopción por parte de los medios socialistas de los discursos defensores de la domesticidad, reflejo del universo sociocultural de clase media, perjudicó a las propias mujeres obreras.

Javier Freire por su parte, señala la asimilación entre trabajador y maqueto, estando muchas de las políticas higienistas dirigidas a los obreros inmigrantes. P Walkowitz, J. Madrid, Taurus,tomo IV, pp. En EE. Las Prostitutas Segundo Ensanche Journals,pp Op Cit, pp Estas investigaciones encubiertas pretendían determinar el modo en el que se llevaba a cabo la trata de mujeres, así como las nacionalidades y edades medias.

El modelo político prostitucional francés sirvió de base a los reglamentos aprobados primero en Italia —en tuvo lugar la aprobación del Reglamento Cavour— y posteriormente en algunas ciudades españolas. Universidad de Costa Rica, En cuanto a los antecedentes en nuestro país muchas ciudades entre los siglos XV y XVII regularon el acceso de las mujeres a la prostitución a modo de profilaxis social Posteriormente algunos reglamentos pasaron a introducir revisiones sanitarias periódicas.

En estas regiones posiblemente no arraigó el sistema de tolerancia y regulación imperante Las Prostitutas Segundo Ensanche otros espacios peninsulares porque la conducta sexual y la prostitución se regulaban a través de formas de control informal ajenas a los cauces oficiales.

Esta particularidad hace que a pesar de que Bilbao y el resto del norte peninsular no quedasen al margen de las nuevas corrientes higienistas, la reglamentación a mediados del XIX supusiese una novedad frente al resto de enclaves peninsulares El primer reglamento relativo a la prostitución en la Villa de Bilbao vio la luz el 1 de mayo de En él se recogía el establecimiento de la denominada Sección de Higiene Especial y las prerrogativas tanto del médico higienista como de los dos inspectores de higiene especial nombrados por el ayuntamiento.

Los artículos divididos por secciones recogen las preocupaciones que acuciaban a las autoridades respecto a la prostitución y la forma de abordarlas. Se pretendía atajar dos tipos de contagio: físico y moral.

La proliferación de escritos y tratados en los que se teorizaba acerca de la promiscuidad de las clases obreras y especialmente sobre la naturaleza de la prostituta se debe a una necesidad de justificación de la superioridad moral de las clases medias, frente a un proletariado marginal e incivilizado. La relación entre la burguesía y las clases subalternas europeas sigue el patrón orientalizante que justifica la autoridad europea frente al Medio Oriente, necesitado de la tutela del colonizador Sayad, Abdelmalek, La double absence.

Paris : Éditions du Seuil, José Javier Freire plantea que la burguesía vasca se autodefinía precisamente como clase fuerte y vigorosa frente a unas clases subalternas enfermas y transmisoras de enfermedades y epidemias como resultado de su falta de higiene Miren Llona señala que la ausencia de domesticidad, es decir la falta de barreras físicas que separasen la vida de hombres y mujeres, cuestionaba la moralidad de la mujer proletaria, frecuentemente asimilada a la figura de la prostituta.

Cit, Introducción al Reglamento de Higiene Especial de Con cada reglamento, las prostitutas vieron como sus libertades se restringían bajo la legitimización de un discurso médico que no afectaba por igual a los hombres que accedían a sus servicios. El objetivo principal de este apartado no es la reproducción completa de la normativa higienista, sino dar Las Prostitutas Segundo Ensanche a cuestiones como los criterios que llevaron a las autoridades a regular la actividad prostitucional y seguir con especial atención las variaciones y adiciones que acompañaron cada aprobación de un nuevo reglamento permitiendo desentrañar sin excesiva dificultad los miedos y ansiedades que la prostitución despertaba entre las clases dirigentes.

Finalmente es importante resaltar que la ley no siempre se hace para ser cumplida si no como un medio al que acceder cuando se pretende controlar un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades.

Reglamento de Higiene Especial El reglamento de se configuró como la base normativa a partir de la cual se desarrolló la regulación del comercio sexual en Bilbao a lo largo del período que este trabajo pretende abordar. Las variaciones Las Prostitutas Segundo Ensanche a esta primera normativa fueron mínimas y la mayor parte de los artículos fueron repitiéndose de forma continua sin 83 de Anquera, Benedicto. Reformas sociales información oral y escrita practicada en virtud de la Real Orden de Ministerio de trabajo y seguridad social, p Los reglamentos regulaban la prostitución como cualquier otra actividad económica y recogían las tarifas asociadas a la categoría de cada prostíbulo.

Las casas donde las prostitutas tengan morada fija. Las de citas, donde son admitidas las prostitutas aisladas. Artículo 25 Cada una de estas categorías estaba subdivida en tres clases. En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas. Los inspectores de higiene especial fueron sustituyendo las atribuciones que anteriormente habían venido desempeñando los veladores nocturnos, principalmente la realización de Las Prostitutas Segundo Ensanche a fin de documentar los comportamientos moralmente sospechosos y comunicar las infracciones a las autoridades judiciales para la imposición de la multa correspondiente en caso de infracción de alguno de los artículos del reglamento.

Para ello se dividió la Ría en dos secciones, margen izquierda y margen derecha, en la que los Las Prostitutas Segundo Ensanche prestaban servicio temporal y alternativamente: 84 AHDB. Artículos 24 y Otra figura fundamental era la del médico higienista que trataba semanalmente a las prostitutas para descartar enfermedades sexuales y especialmente la temida sífilis.

Parece bastante probable que a finales del siglo XIX en Bilbao se diese un aumento de los contagios de enfermedades de transmisión sexual o que existiese una mayor conciencia respecto a los riesgos que dichas enfermedades acarreaban. Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el laboratorio bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis.

El doble código de moralidad sexual, que justificaba el acceso de los hombres al consumo de prostitución al tiempo que regulaba todos los aspectos de la vida de estas mujeres fue una constante en Las Prostitutas Segundo Ensanche los países occidentales en los que se aprobaron reglamentaciones. Artículo Op Cit. Al presionar para que hubiera una inspección médica de las prostitutas mientras Las Prostitutas Segundo Ensanche negaban a imponer un examen genital periódico para los soldados que constituían su clientela, los arquitectos de estas leyes reforzaban una doble moralidad sexual … Se mostraban muy seguros respecto al imperativo fisiológico del deseo sexual para los hombres, pero daban frecuentes rodeos en relación con las mujeres.

Walkowitz, Judith. La ciudad de las pasiones terribles. Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano, pp Universitat de València, Instituto de la Mujer. Véase también P. De las prostitutas I. Se prohíbe a las prostitutas: - Salir de casa en traje poco decente o en estado de embriaguez.

Aunque no fuera así, la reglamentación parecía abrir la puerta Las Prostitutas Segundo Ensanche que se sancionara a las mujeres que trasgrediesen las normas sociales o bordeasen los límites de la indecencia. La postura regulacionista, que en España despertó inicialmente las iras de los conservadores, no buscaba la supresión de la prostitución, al contrario.

Las Prostitutas Segundo Ensanche esta manera los apetitos sexuales masculinos no pondrían en riesgo a las mujeres honradas y los ayuntamientos pasaban Las Prostitutas Segundo Ensanche sacar provecho de una muy rentable actividad económica. Uno de los aspectos que preocupaba especialmente al Negociado de Higiene eran las bajas y altas en los libros de registro. Por ello se vigilaba durante meses la conducta de las mujeres que manifestasen su intención de abandonar la actividad 91 AHDB.

De las Las Prostitutas Segundo Ensanche Se temía que la inmoralidad y el comportamiento de estas mujeres pudiese ser imitado induciendo Las Prostitutas Segundo Ensanche la corrupción de otras mujeres. Ninguna familia burguesa contrataría nuevamente a una prostituta como sirvienta e idéntica suerte les aguardaba en los oficios textiles. Solo les quedaba trasladarse allí donde no fuesen conocidas, lo que entrañaba enormes dificultades ya que debían comunicar al Negociado de Higiene sus idas y venidas o el matrimonio.

Si bien algunas mujeres abandonaron la prostitución para casarse, no todas lo conseguían ya que pocos hombres querían a una mujer caída como esposa, aunque es cierto que cualquier sospecha sobre ellas desaparecía al quedar bajo el control de un hombre, mientras que aquellas que abandonasen la profesión por iniciativa propia se veían sujetadas a una libertad vigilada durante años.

Capítulo II, De las prostitutas. Las Prostitutas Segundo Ensanche hecho, entre los datos recabados en el AHDB rarísima vez aparecen prostitutas Las Prostitutas Segundo Ensanche estado civil sea el de casadas.

Ayuntamiento un nuevo reglamento que pasó a sustituir al anterior. Si bien continuó vigente la normativa del 73, se profundizó en la legislación, se añadieron detalles y se derogaron disposiciones contrarias a la nueva normativa: Capítulo VII: Disposiciones generales Las Prostitutas Segundo Ensanche Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a la aplicación de este Reglamento. Capítulo VII: Disposiciones generales. Capítulo II: De las prostitutas. Casas con pupilas internas 2.

Casas de recibir donde concurran las ambulantes. Capítulo III: De las amas; sus casas y clases. Artículos 9 a Reglamento de Higiene Especial Archivo de la diputación de Vizcaya Las pupilas dependían de las amas que les ofrecían a costa de su libertad un hogar y seguridad frente a los peligros que podía suponer el ejercicio de la prostitución en solitario.

La relación entre ama y pupila recuerda a las relaciones entre maestros y aprendices Las Prostitutas Segundo Ensanche del sistema gremial. Artículos A menudo las amas alegaban que las ropas y adornos eran un préstamo que permitían utilizar a sus pupilas para mejorar su aspecto y por tanto pertenecían al negocio.

Las pupilas tenían siempre deudas con las amas de prostíbulo y terminaban quedando atadas a ellas. Los siglos XIX y XX fueron Las Prostitutas Segundo Ensanche de un progresivo aumento del poder de los médicos sobre las prostitutas, que rompe con la idea de que el liberalismo Las Prostitutas Segundo Ensanche la disolución gremial conllevaron una flexibilización de 98 Roquero, Charo, Op Cit, pp Cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen las prostitutas, aunque no fuese venérea, debía ser tratada en el hospital donde a la enferma se la mantendría en cuarentena y alejada de su trabajo, especialmente si afectaba a la piel.

Sin embargo, no se permitía a los higienistas darles asistencia médica en caso de contraer cualquier enfermedad no susceptible de contagio poniendo en evidencia que el bienestar de las mujeres no tenía cabida en el Reglamento. En caso de que la prostituta contrajese una enfermedad incurable era dada de baja en los registros de forma definitiva 99 En general y desde la edad moderna se produjo una sustitución de los saberes femeninos asociados al cuerpo de la mujer y especialmente a la maternidad por un discurso Las Prostitutas Segundo Ensanche que estigmatizaba a figuras como la matrona.

Capítulo IV: Del facultativo. Los inspectores dependían directamente del médico higienista y debían llevar un registro de altas y bajas en el que se Las Prostitutas Segundo Ensanche los reconocimientos sanitarios de pensionistas y aisladas, así como cualquier observación relativa a su cargo. Tenían también la obligación de conducir al Las Prostitutas Segundo Ensanche a las prostitutas enfermas y de entregar sus respectivas cartillas en el Negociado de higiene, así como devolvérsela Las Prostitutas Segundo Ensanche vez se les hubiese dado el alta y se hubiesen tomado las anotaciones pertinentes.

Capítulo V: Inspección y vigilancia. En caso de insolvencia, las afectadas sufrirían arrestos correspondientes a la suma que estuviesen forzadas a abonar El estudio de los reglamentos, así como la documentación relativa a multas y denuncias suscitada por la aplicación del mismo permite rehacer en parte la vida de estas mujeres a medio camino entre la casa galera, el prostíbulo y el hospital, y también acercarse a la figura del ama.

Ni siquiera recogen la posibilidad de que un hombre dirigiese una mancebía y desde luego no se dirige ninguna prerrogativa hacia los clientes, quienes siempre disfrutaron de total libertad y anonimato.

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Dos mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la prostituta. No sólo Las Prostitutas Segundo Ensanche mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera vez el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para Las Prostitutas Segundo Ensanche la prostitución.

Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en Las Prostitutas Segundo Ensanche se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión ha sometido al someterlo v.

Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v. Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial.

Capítulo II: Administración del servicio de Higiene especial. Artículos 2 a En caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, debía esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro.

Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre del registro eran la muerte y el matrimonio. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el control que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas. Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia debían a Las Prostitutas Segundo Ensanche vez someterse a examen en el caso de no superar los cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos.

Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo control sobre su comportamiento. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas mintiesen respecto a su edad. Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de Las Prostitutas Segundo Ensanche masculina de burdel a edades muy tempranas Se pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados.

Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que no se restringían las idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, oscuro y agobiante en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. La propia Josephine Butler afirmó que sus razones para liderar la campaña de derogación se dirigían a la protección de Las Prostitutas Segundo Ensanche los ciudadanos y no a la defensa de los derechos de la mujer. Harding university. En consecuencia, señalaba Rubin que la sexualidad debería tratarse como un punto de especial interés en Las Prostitutas Segundo Ensanche de cambio y tensión Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Si bien la sexualidad en las sociedades occidentales ha sido estructurada dentro de un marco social punitivo y se ha visto sujeta a continuos controles, las transformaciones económicas y el proceso modernizador asociado a la revolución industrial conllevaron profundos cambios, conflictos y resistencias entre el nuevo modo de producción capitalista y las estructuras gremiales tradicionales. Frente a la visión restrictiva de lo sexual del siglo XVIII, el siglo XIX representó una inflexión que dio pie a una suerte de relajamiento en la aplicación de mecanismos represivos contra la prostitución.

La postura abolicionista se centra en clientes y proxenetas a los que considera culpables de la situación de las mujeres prostituidas. Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales, [], p. El 9 Rubin Gayle, Op. Las Prostitutas Segundo Ensanche información en anexo 1. Historia de la prostitución en Euskal Herria. Ed Txalaparta,pp Ambos modelos no fueron totalmente extraños entre sí, pero pertenecían a tradiciones o corrientes ideológicas distintas Por el contrario, el caso español difiere profundamente, la burguesía española no logró imponer sus puntos de vista en la vida política y social, así como en el mundo privado.

Por otra parte, los discursos asociados a la iglesia católica fueron muy beligerantes con el liberalismo y la modernidad y para Aresti, la pugna entre las clases medias cercanas al Las Prostitutas Segundo Ensanche liberal y el conservadurismo católico situó a la mujer del lado de la tradición, la ignorancia y el pasado mientras que la masculinidad quedaba asociada a progreso científico perdurando hasta bien entrado el siglo XX.

Sin embargo, parece bastante claro que el lugar adecuado para una mujer ya sea entre la burguesía patria o la extranjera, era el hogar y que los modelos de feminidad alternativos debían ser controlados evitando que su influencia corruptora se extendiese al conjunto de las mujeres. Universidad del País Vasco, pp Male and Middle Class. Explorations on Feminism and History. Nueva York: Routedge,pp La marginación social de la prostituta no se produjo solo en lo simbólico, sino que también se plasmó en el espacio.

Sin embargo, la marginación no fue del todo efectiva, pues la reducción de las jornadas laborales, la mejora de la capacidad adquisitiva entre las clases populares y la generalización de nuevos espacios de ocio generaron figuras femeninas difusas como tanguistas, bailarinas y cabareteras. Debe señalarse la excepción de Barcelona, ciudad que contó con un barrio chino.

Véase Hubbard, Phil. Sexuality, Immorality and the City: Red-light districts and the marginalisation of female street prostitutes, Gender, Place and Culture, pp De hecho, Miren Llona remarca en uno de sus estudios de caso que las mujeres trabajadoras se enfrentaban a grandes dificultades para hacerse Las Prostitutas Segundo Ensanche y evitar acosos e insinuaciones. La principal preocupación de modistillas y criadas fue muchas veces evitar una posible identificación con las prostitutas ya que las mujeres de clase obrera veían comprometido su honor por el mismo hecho de su pertenencia de clase A través del estudio de 15 Clement, Elizabeth Alice.

University of North Carolina Press, Universidad del País Vasco,pp Hispania, El período elegido puede corresponder bien con uno de esos contextos en los que advierte Gayle Rubin que la tensión social repercute en el debate y la alarma sobre las conductas sexuales.

Frente al habitual extendido y simplista estereotipo del inmigrante masculino, joven, pobre y Las Prostitutas Segundo Ensanche que se desplaza del campo a la ciudad para mejorar sus condiciones de vida, aparece una inmensa variedad de tipologías migratorias Muchas de las mujeres inmigrantes en Bilbao carecían de redes familiares de apoyo, siendo habitual el recurso estratégico de la prostitución como complemento a unos salarios exiguos.

En las calles de Bilbao la Vieja, Atxuri, San Francisco y Cortés —entre otras— convivieron decenas de burdeles, casas Las Prostitutas Segundo Ensanche lenocinio y pisos particulares en los que se ejercía la prostitución clandestina en viviendas obreras. La premisa de controlar el contagio de enfermedades sexuales no incluía a la población masculina, porque se consideraba a la prostituta como principal fuente de contagio y enfermedad. A través de los poderes administrativo, sanitario y policial se sometió a minuciosas revisiones médicas no solo a las prostitutas sino a las mujeres sospechosas de dedicarse a la prostitución, evidenciando un trato desigual por razón de género que retenía en hospitales a las mujeres contagiadas y daba libertad de movimiento a unos hombres que posiblemente extendieron enfermedades como la sífilis entre otras prostitutas y sus propias mujeres.

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El Ayuntamiento a través del Negociado de Higiene ejerció un enorme control en las vidas de estas mujeres y para ello se sirvió de funcionarios como, veladores nocturnos, guardias municipales, inspectores de higiene especial Las Prostitutas Segundo Ensanche médicos higienistas e instituciones como las casas galeras dependientes del asilo de dementes o los laboratorios y hospitales habilitados para el tratamiento de enfermedades venéreas. Estado de Las Prostitutas Segundo Ensanche Cuestión La historiografía Las Prostitutas Segundo Ensanche se hizo eco tarde y muy parcialmente del interés que sobre la prostitución en el pasado ya se había expresado en otros entornos académicos como el francés, el inglés o el norteamericano desde finales de la década de Una visión muy extendida entre las feministas de los años 60 y 70 fue sin embargo la de la prostitución como vestigio de las sociedades tradicionalmente dominadas por hombres, que los nuevos tiempos y los avances en la situación de la mujer Las Prostitutas Segundo Ensanche de la faz de la tierra.

No puede dejarse de lado la influencia foucaultiana que presenta la historiografía tanto nacional como extranjera.

La Historia de la sexualidad del filósofo francés resulta fundamental al fin y al cabo para comprender el Las Prostitutas Segundo Ensanche en el que la burguesía trataba de imponer un discurso acerca de la sexualidad cuyo objetivo era el control de los cuerpos y los deseos que traspasasen las pautas moralmente aceptadas Véase también Gayle, Rubin. La trata de mujeres: notas sobre la economía política del sexo.

Política sexual, ed. Rupert Hart-Davis, Reino Unido. Cit, pp 27 Foucault, Michel. Historia de la sexualidad. Tomo III La inquietud de Las Prostitutas Segundo Ensanche. Ed Siglo XXI,pp La genealogía foucaultiana puede ser una herramienta óptima para analizar proceso como la medicalización de la prostitución a mediados del XIX o las Las Prostitutas Segundo Ensanche transformaciones del sistema reglamentista asociadas a un proceso permanente de conflicto y negociación en el que las estrategias de poder implicarían necesariamente una multiplicidad de estrategias de resistencia por parte de los afectados por la reglamentación.

Una de las principales aportaciones en torno al fenómeno prostitucional desde el campo de la historiografía es la de Judith R. Walkowitz, quien en sus obras Sexualidades peligrosas y Prostitution and victorian society: women, class and state, explora la Inglaterra y el Londres victoriano de finales del XIX.

Las Prostitutas Segundo Ensanche ahonda en las desigualdades tanto de clase como de género tratando de relacionarlas con los procesos socioeconómicos de la época. Entre las aportaciones francófonas cabe destacar la de Alain Corbin quien describió la prostitución de la Francia decimonónica no como un vicio, crimen o enfermedad, sino como un negocio bien organizado Ensayos sobre la situación social Las Prostitutas Segundo Ensanche los enfermos mentales, Amorrortu, Buenos Aires, Prostitution and Victorian Society.

Las Prostitutas Segundo Ensanche, Class and the State, Nueva York, Canadian Journal of Sociology, Corbin, Alain. Les filles de noce. Misère sexuelle et prostitution au XIXe siècle. Flammarion, Las Prostitutas Segundo Ensanche A nivel local la documentación varía enormemente, lo que dificulta la elaboración de estudios generales y monografías A dissertation submitted in partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor of Philosophy History in The University of Michigan, Univ of North Carolina Press, Johns Hopkins University Press, Sin duda debe atribuírsele el mérito como precursor en el estudio de esta materia, aunque se haya centrado exclusivamente en la documentación legal evitando cualquier aproximación a las posibles resistencias suscitadas por la aplicación de la estricta normativa y a las vidas de las mujeres dedicadas a la prostitución.

A pesar de que aduce repetidas veces la necesidad de incluir el enfoque de género e insertar el estudio de la prostitución dentro de la historia de la sexualidad, sus obras carecen de ambos enfoques manteniéndose dentro del campo de la historia social.

A partir de los años ochenta se multiplicaron, con mayor o menor acierto, las aproximaciones locales hacia el campo de estudio de la historia de la prostitución partiendo de documentación primaria. Matilde Cuevas en colaboración con Luis Enrique Otero Carvajal aborda la regulación de la prostitución en Madrid, estudio que complementa con un acercamiento sociológico a la figura de la prostituta También han abordado otras cuestiones relacionadas con la sexualidad como la construcción socio- sexual del cuerpo femenino, el disciplinamiento de los cuerpos e incluso en colaboración 36 Guereña, Jean Louis.

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Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque. Historiam Illustrandam, vol. El Las Prostitutas Segundo Ensanche de la prostitución reglamentada. Madrid Servicio de publicaciones, Diputacion provincial, Ayer, n. De historia prostitutionis. Cit, pp. Aproximación a la consideración social de la prostituta», en Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres.

Las Prostitutas Segundo Ensanche y razón: una genealogía de la moral sexual en España. Ed Txalaparta. Las Prostitutas Segundo Ensanche través de sus artículos analiza los roles de género durante el primer tercio del siglo XX en Bizkaia y la forma en la que las identidades de las clases subalternas elaboraban estrategias de resistencia frente a los discursos estigmatizadores de las clases dominantes Si bien la Las Prostitutas Segundo Ensanche, que parte de una cronología y fuentes similares a las de este trabajo, esboza conceptos interesantes como Las Prostitutas Segundo Ensanche existencia de una solidaridad específica de clase entre estas mujeres o la posibilidad de que las prostitutas trascendiesen la identidad de víctima para desarrollar estrategias de resistencia, apenas esboza la distribución espacial de la prostitución en Bilbao dejando abierta la posibilidad de cartografiar sobre mapa una verdadera geografía de la prostitución bilbaína.

Profesiones, oficios y tareas de las mujeres en Bizkaia. Diputación Foral de Bizkaia,pp La documentación de origen municipal que algunos artículos ya han abordado recoge el papel del Ayuntamiento como responsable principal en la gestión sanitaria y policial de la prostitución.

Las Prostitutas Segundo Ensanche Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea, La calle y el conflicto en el moderno Madrid, Visión estelar de un momento de la Historia. UCM, Finalmente debe señalarse la ausencia de investigaciones académicas que aborden en conjunto la prostitución en las tres capitales vascas o incluso la totalidad de la provincia de Bizkaia.

Repertorio de fuentes Los estudios en torno a la prostitución en España presentan a menudo importantes carencias asociadas a la escasez de fuentes. Reglamentos de higiene especial. No se ha procedido sin embargo al vaciado de las secciones de higiene especial de las anteiglesias y municipios circundantes que completaría el mapa de la oferta prostitucional bilbaína. Denuncias y expedientes.

En primer lugar, aportan datos como la identidad del denunciante y de la persona denunciada, así como el artículo del reglamento que había sido infringido y la pena correspondiente. Por otra parte, el propio proceso administrativo que seguía a la denuncia y que generalmente terminaba con la imposición de una multa o el ingreso de la interesada en la casa galera si era declarada insolvente resulta de interés como prueba del control ejercido por las autoridades.

Finalmente, las direcciones que acompañaban la denuncia permiten situar en el mapa los domicilios en los que fue practicada la prostitución clandestina o donde convivieron prostitutas clandestinas con otras dadas de alta. Información estadística del padrón. Los expedientes y denuncias, principales objetos de estudio de este trabajo junto con las sucesivas reglamentaciones y sus respectivos añadidos y modificaciones, deberían completarse con la información estadística del padrón.

Esta herramienta permitiría cruzar los datos de los registros y las cartillas con los datos aportados por el Padrón Municipal. Estas fichas, rellenadas anualmente por el cabeza de familia de cada hogar muestran detalles fundamentales para el estudio del contexto social que rodeaba los barrios obreros en los que se ejercía en Bilbao la prostitución.

Las referencias a viviendas y alquileres y las alusiones al estado civil, las relaciones de parentesco o la ocupación son sin duda necesarias para acercarse a la realidad social del Bilbao decimonónico y seguir las transformaciones económicas y sociales de una ciudad en proceso de cambio. Las cédulas personales que las prostitutas estaban obligadas a llevar en todo momento con ellas y los registros aportan siempre el oficio al que se dedicaban anteriormente las prostitutas, así como su estado civil, habitualmente solteras o viudas Al igual que las denuncias, los procesos judiciales incluyen vivencias personales y detalles que escapan a la fría lógica de los reglamentos.

Los seis documentos emitidos por el Negociado de la Policía Local muestran los recursos de alzada promovidos por individuos descontentos frente a las multas que el Ayuntamiento les había impuesto. La imposición de una multa, especialmente si el delito era la prostitución clandestina, podía suponer un motivo de escarnio para el afectado e incluso derivar en su expulsión del vecindario. Lolitas, amancebados y busconas: Relaciones de género en los barrios Las Prostitutas Segundo Ensanche madrileñospp En cualquier caso, la totalidad de los recursos fueron desestimados por la comisión provincial V.

Cédulas, patentes y comprobantes. Finalmente, un dato de interés es la aparición de notificaciones del traslado de prostitutas procedentes de otras ciudades a la Villa de Bilbao. En estas fichas Las Prostitutas Segundo Ensanche daba de baja a dichas mujeres en el registro de sus respectivas ciudades de procedencia y se advertía al negociado de higiene de la llegada de nuevas prostitutas no matriculadas. Aparecen notificaciones correspondientes a las secciones de higiene especial del Gobierno Civil de las provincias de Madrid, Santander, Zaragoza, Valladolid entre otras.

A pesar de que lo apresurado de las notas y el mal estado en el que se hayan Las Prostitutas Segundo Ensanche de ellas dificulta su comprensión, parece bastante claro que se Las Prostitutas Segundo Ensanche una estrecha colaboración entre las secciones de higiene especial de las distintas ciudades españolas Libros de registro El Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia comprende los libros de registro en los que eran inscritas las prostitutas de la Villa.

La indignación de los vecinos que compartieron calles y espacios de sociabilidad con las prostitutas seguramente dejó huella en los espacios que los periódicos dedicaban a la opinión de los lectores o a las cartas al director y pueda rastrearse consultando en la hemeroteca publicaciones como El Centenario BilbaoEl Correo Vascongado o El Nervión BilbaoLa Gaceta del Norte o el Nacionalista.

Las publicaciones asociadas a partidos políticos de izquierda o sindicatos hacían también alusión al fenómeno de Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitución, tratando de dar la vuelta al discurso hegemónico entre las clases dominantes. Los medios socialistas trataron de revertir el discurso que envilecía a la mujer obrera enfatizando sus cualidades como madre trabajadora Las Prostitutas Segundo Ensanche a pesar de exculpar a las prostitutas, a quienes consideraban víctimas de los apetitos de la burguesía, olvidaron que también los obreros acudían a las mancebías.

La Lucha de Clases, periódico de la agrupación socialista de Bilbao editado de afue una de las primeras publicaciones vizcaínas de Las Prostitutas Segundo Ensanche y dedicó numerosas publicaciones a la denuncia de la prostitución, describía a las prostitutas como inocentes hijas del pueblo, víctimas de la Las Prostitutas Segundo Ensanche y el vicio de los señores y denunciaban la degeneración de los ricos como generadores corruptores de las clases obrera.

Asquerosa gangrena que mantiene unos cuantos viejos verdes y holgazanes, que son los verdaderos corruptores de la juventud, explotadores de la miseria Representaciones literarias La narrativa permite también acercarse a la representación social de la figura de la prostituta. La suciedad, la pobreza y la marginación son las protagonistas de las corrientes del realismo y el Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Esta tendencia surge en la Francia decimonónica, desde donde se extiende por toda Europa. La mujer Las Prostitutas Segundo Ensanche integra en la literatura realista como un elemento marginal ajeno al status quo sociopolítico junto con los delincuentes y los enfermos mentales. Escritores como Zola, de origen social burgués, representan a la prostituta como a una mujer de clase humilde dominada por la ambición que somete y degrada al hombre a través de la sexualidad, pero cuyas armas terminan volviéndose contra ella.

Los relatos a menudo eran protagonizados por inocentes jóvenes de clase obrera seducidas por miembros de la burguesía y caídas Las Prostitutas Segundo Ensanche desgracia o sumidas en la miseria y obligados por las circunstancias 57 Veloso, Isabel. Tipos femeninos en las novelas del realismo y el naturalismo francés. Nana, p. Les Rougon-Macquart, A menudo se jugaba con la idea del matrimonio, pero el hilo narrativo terminaba conduciendo a un final infeliz en el que la prostituta termina sola y abandonada por todos.

La prostitución enfocada desde óptica científica característica del XIX goza de una mayor tolerancia, se aceptaba como mal menor y se regula a fin de evitar la propagación de enfermedades. Algunos médicos como el donostiarra Justo María Zabala cargaron tinta contra el puritanismo y las doctrinas que consideraban la sífilis como un castigo de origen divino, pero generalmente y aunque exculpasen a las prostitutas de su situación, todo el control médico recaía sobre ellas.

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Planos del catastro. La inclusión de este tipo de soporte permite registrar las direcciones en las que se practicaba la prostitución legal o clandestina.

Para la elaboración de este trabajo se han incluido dos mapas, en uno de ellos se señalan con colores los principales barrios Las Prostitutas Segundo Ensanche focos prostitucionales, mientras que en un segundo se comparan las direcciones de prostitución clandestina extraídas de las denuncias y las direcciones de las casas de tolerancia permitidas por el Ayuntamiento.

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Las Prostitutas Segundo Ensanche información visual permite situar en su contexto las calles que denuncias y registros señalan de forma constante, observar los principales emplazamientos y los barrios que rodearon a estos enclaves.

Los sucesivos reglamentos que entre y rigieron esta actividad, han sido en demasiadas ocasiones separados de la documentación cotidiana que acompañó a su expedición. Si las cédulas y especialmente los registros permiten un acercamiento sociológico que pone nombre, edad y procedencia a unas mujeres invisibles para los reglamentos, las denuncias resultan un material extremadamente revelador ya que cuestionan por completo la racionalidad que caracterizó a los reglamentos de higiene especial.

Sería muy ingenuo plantearse que las autoridades no estuviesen al tanto de los intercambios sexuales clandestinos y de que solo los proxenetas se enriquecieron actuando al margen de la ley. Numerosas voces, especialmente las de los socialistas, denunciaron la juventud de las mujeres que ofrecían sus cuerpos en las calles de la capital bilbaína y se restringió la edad de acceso al mercado prostitucional: primero a diecisiete y posteriormente Las Prostitutas Segundo Ensanche veintitrés.

Es cierto que se dotó de recursos legales a las mujeres que viesen como sus bienes materiales eran requisados por unas amas alarmadas por el continuo trasvase de pupilas que decidían ejercer de forma autónoma.

Abolicionismo o regulación. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocupaban una posición equívoca y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano. Sexualidades peligrosas. Al recato de las mujeres burguesas se contraponía el concubinato asociado a las clases trabajadoras. Género e identidad de clase. La construcción de la clase obrera vizcaína durante el primer tercio del siglo XX. La moralidad de los habitantes de barrios obreros fue cuestionada a través Las Prostitutas Segundo Ensanche una serie de discursos que dudaban de la moralidad de las mujeres de clase trabajadora enjuiciando las condiciones de Las Prostitutas Segundo Ensanche en las que vivían y especialmente la ausencia de barreras físicas que separasen la vida de ambos sexos.

Con el endurecimiento del Reglamento de Higiene Especial de la Villa de Bilbao la moralidad femenina proletaria fue cuestionada hasta el punto de asimilar mujer obrera y prostituta. El hecho de que las mujeres de clase obrera fuesen objeto de observación por parte de las normativas higienistas hizo de su comportamiento y apariencia uno de los ejes fundamentales de la respetabilidad de la propia comunidad.

Al mismo tiempo la prostitución pasó a considerarse una de las principales pruebas Las Prostitutas Segundo Ensanche la depravación moral de las clases obreras.

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Desde el punto de vista higiénico era considerado un ser enfermo, foco de enfermedades venéreas e insalubridad. Los discursos socialistas 62 Díaz Freire, J. La construcción de la identidad y la diferencia en el País vasco a finales del siglo XIX. Sesión del 4 de enero de Citado en Llona, Miren. Realmente no se daba siquiera la posibilidad a estas mujeres caídas de restituir su dignidad e incorporarse a la sociedad.

La lucha de clases. Se concebía a la prostituta como una víctima inocente y carente de pasión sexual de forma que en parte la defensa de su figura pasaba de nuevo por encuadrarla como un Las Prostitutas Segundo Ensanche involuntario incapaz de elaborar estrategias de resistencia y privado de subjetividad.

Muy diferente fue la acogida del imaginario asociado a la prostituta entre las mujeres de clase trabajadora, forzadas a controlar su comportamiento para evitar ser confundidas con prostitutas. Joan Scott señala las contradicciones y debates Las Prostitutas Segundo Ensanche por el empleo femenino que el ideario socialista llegó a considerar un problema suscitado por la explotación capitalista Las Prostitutas Segundo Ensanche que se debía poner solución La propia percepción de la mujer trabajadora como fuente de corrupción68 terminó siendo asimilada por los partidos de izquierda y la adopción por parte de los medios socialistas de los discursos defensores de la domesticidad, reflejo del universo sociocultural de clase media, perjudicó a las propias mujeres obreras.

Javier Freire por su parte, señala la asimilación entre trabajador y maqueto, estando muchas de las políticas higienistas dirigidas a los obreros inmigrantes. P Walkowitz, J. Madrid, Taurus,tomo IV, pp. En EE. Oxford Journals,pp Op Cit, pp Estas investigaciones encubiertas pretendían determinar el modo en el que se llevaba a cabo la trata de mujeres, así como las nacionalidades y edades medias.

El modelo político prostitucional francés sirvió de base a los reglamentos aprobados primero en Italia —en tuvo lugar la aprobación del Reglamento Cavour— y posteriormente en algunas ciudades españolas. Universidad de Costa Rica, En cuanto a los antecedentes en nuestro país muchas ciudades entre los siglos XV y XVII regularon el acceso de las mujeres a la prostitución a modo de profilaxis social Posteriormente algunos reglamentos pasaron a introducir revisiones sanitarias Las Prostitutas Segundo Ensanche.

En estas regiones posiblemente no arraigó el sistema de tolerancia y regulación imperante en otros espacios peninsulares porque la conducta sexual y la prostitución se regulaban a través de formas de control informal ajenas a los cauces oficiales. Esta particularidad hace que a pesar de que Bilbao y el resto del norte peninsular no quedasen al margen de las nuevas corrientes higienistas, la reglamentación a mediados del XIX supusiese una novedad frente al resto de enclaves peninsulares El primer reglamento relativo a la prostitución en la Villa de Bilbao vio la luz el 1 de mayo de En él se recogía el establecimiento de la denominada Sección de Higiene Especial y las prerrogativas tanto del médico higienista como de los dos inspectores de higiene especial nombrados por el ayuntamiento.

Los artículos divididos por secciones recogen las preocupaciones que acuciaban a las autoridades respecto a la prostitución y la forma de abordarlas. Se pretendía atajar dos tipos Las Prostitutas Segundo Ensanche contagio: físico y moral. La proliferación de escritos y tratados en los que se teorizaba acerca de la promiscuidad de las clases obreras y especialmente sobre la naturaleza de la prostituta se debe a una necesidad de justificación de la superioridad moral de las clases medias, Las Prostitutas Segundo Ensanche a un proletariado marginal e incivilizado.

La relación entre la burguesía y las clases subalternas europeas sigue el patrón orientalizante que justifica la autoridad europea frente al Medio Oriente, necesitado de la tutela del colonizador Sayad, Abdelmalek, La double absence.

Paris : Éditions du Seuil, José Javier Freire plantea que la burguesía vasca se autodefinía precisamente como clase fuerte y vigorosa frente a unas clases subalternas enfermas y transmisoras de enfermedades y epidemias como resultado de su falta de higiene Miren Llona señala que la ausencia de domesticidad, es decir la falta de barreras físicas que separasen la vida de hombres y mujeres, cuestionaba la moralidad de la mujer proletaria, frecuentemente asimilada a la figura Las Prostitutas Segundo Ensanche la prostituta.

Cit, Introducción al Reglamento de Higiene Especial de Con cada reglamento, las prostitutas vieron como sus libertades se restringían bajo la legitimización de un discurso médico que no afectaba por igual a los hombres que accedían a sus servicios. El objetivo principal de este apartado no es la reproducción completa de la normativa higienista, sino dar respuesta a cuestiones como los criterios que llevaron a las autoridades a regular la actividad prostitucional y seguir con especial atención las variaciones y adiciones que acompañaron cada aprobación de un nuevo reglamento permitiendo desentrañar sin excesiva dificultad los miedos y ansiedades que la prostitución despertaba entre las clases dirigentes.

Finalmente es importante resaltar que la Las Prostitutas Segundo Ensanche no siempre se hace para ser cumplida si no como un medio al que acceder cuando se pretende controlar un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades.

Reglamento de Higiene Especial El reglamento de se configuró como la base normativa a partir de la cual se desarrolló la regulación del comercio sexual en Bilbao a lo largo del período que este trabajo pretende abordar. Las variaciones respecto a esta primera normativa fueron mínimas y la mayor parte de los artículos fueron repitiéndose de forma continua sin 83 Las Prostitutas Segundo Ensanche Anquera, Benedicto.

Reformas sociales información oral y escrita practicada en virtud de la Real Orden de Ministerio de trabajo y seguridad social, p Los reglamentos regulaban la Las Prostitutas Segundo Ensanche como cualquier otra actividad económica y recogían las tarifas asociadas a la categoría de cada prostíbulo.

Las casas donde las prostitutas tengan morada fija. Las de citas, donde son admitidas las prostitutas aisladas. Artículo 25 Cada una de estas categorías estaba subdivida en tres clases. En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas. Los inspectores de higiene especial fueron sustituyendo las atribuciones que anteriormente habían venido desempeñando los veladores nocturnos, principalmente la realización de pesquisas a fin de documentar los comportamientos moralmente sospechosos y Las Prostitutas Segundo Ensanche las infracciones a las autoridades judiciales para la imposición de la multa correspondiente Las Prostitutas Segundo Ensanche caso de infracción de alguno de los artículos del reglamento.

Para ello se dividió la Ría en dos secciones, margen izquierda y margen derecha, en la que los inspectores prestaban servicio temporal y alternativamente: 84 AHDB. Artículos 24 y Otra figura fundamental era la del médico higienista que trataba semanalmente a las prostitutas para descartar enfermedades sexuales y especialmente la temida sífilis. Parece bastante probable que a finales del siglo XIX en Bilbao se diese un aumento de los contagios de enfermedades de transmisión sexual o que existiese una mayor conciencia respecto a los riesgos que dichas enfermedades acarreaban.

Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el Las Prostitutas Segundo Ensanche bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis.

El doble código de moralidad sexual, que justificaba el acceso de los hombres al consumo de prostitución Las Prostitutas Segundo Ensanche tiempo que regulaba todos los aspectos Las Prostitutas Segundo Ensanche la vida de estas mujeres fue una constante en todos los países occidentales en los que se aprobaron reglamentaciones. Artículo Op Cit. Al presionar para que hubiera una inspección médica de las prostitutas mientras se negaban a imponer un examen genital periódico para los soldados que constituían su clientela, los arquitectos de estas leyes reforzaban una doble moralidad sexual … Se mostraban muy seguros respecto al imperativo fisiológico del deseo sexual para los hombres, pero daban Las Prostitutas Segundo Ensanche rodeos en Las Prostitutas Segundo Ensanche con las mujeres.

Walkowitz, Judith. La ciudad de las pasiones terribles. Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano, pp Universitat de València, Las Prostitutas Segundo Ensanche de la Mujer. Véase también P. De las prostitutas I. Se prohíbe a las prostitutas: - Salir de casa en traje poco decente o en estado de embriaguez.

Aunque no fuera así, la reglamentación parecía abrir la puerta a Las Prostitutas Segundo Ensanche se sancionara a las mujeres que trasgrediesen las normas sociales o bordeasen los límites de la indecencia. La postura regulacionista, que en España despertó inicialmente las iras de los conservadores, no buscaba la supresión de la prostitución, al contrario.

De esta manera los apetitos sexuales masculinos no pondrían en riesgo a las mujeres honradas y los ayuntamientos pasaban a sacar provecho de una muy rentable actividad económica. Uno Las Prostitutas Segundo Ensanche los aspectos que preocupaba especialmente al Negociado de Higiene eran las bajas y altas en los libros de registro. Por ello se vigilaba durante meses la Las Prostitutas Segundo Ensanche de las mujeres que manifestasen su intención de abandonar la actividad 91 AHDB.

De las prostitutas: Se temía que la inmoralidad y el comportamiento de estas mujeres pudiese ser imitado induciendo a la corrupción de otras mujeres. Ninguna familia burguesa contrataría nuevamente a una prostituta como sirvienta e idéntica suerte les aguardaba en los oficios textiles.

Solo les quedaba trasladarse allí donde no fuesen conocidas, lo que entrañaba enormes dificultades ya que debían comunicar al Negociado de Higiene sus idas y venidas o el matrimonio. Si bien algunas mujeres abandonaron la prostitución para casarse, no todas lo conseguían ya que pocos hombres querían a una mujer caída como esposa, aunque es cierto que cualquier sospecha sobre ellas desaparecía al quedar bajo el control de un hombre, mientras que aquellas que abandonasen la profesión Las Prostitutas Segundo Ensanche iniciativa propia se veían sujetadas a una libertad vigilada durante años.

Capítulo II, De las prostitutas. De hecho, entre los datos recabados en el AHDB rarísima vez aparecen prostitutas cuyo estado civil sea el de casadas. Ayuntamiento un nuevo reglamento que pasó a sustituir al anterior. Si bien continuó vigente la normativa del 73, se profundizó en la legislación, se añadieron detalles y se derogaron disposiciones contrarias a la nueva normativa: Las Prostitutas Segundo Ensanche VII: Disposiciones generales Artículo Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a la aplicación de este Reglamento.

Capítulo VII: Disposiciones generales. Capítulo II: De las prostitutas. Casas con pupilas internas 2. Casas de recibir donde concurran las ambulantes. Capítulo III: De las amas; sus casas y clases. Artículos 9 a Reglamento de Higiene Especial Archivo de la diputación de Vizcaya Las pupilas dependían de las amas que les ofrecían a costa de su libertad un hogar y seguridad frente a los peligros que podía suponer el ejercicio de la prostitución en solitario.

La relación entre ama y pupila Las Prostitutas Segundo Ensanche a las relaciones entre maestros y aprendices características del sistema gremial. Artículos A menudo las amas alegaban que las ropas y adornos eran un préstamo que permitían utilizar a sus pupilas para mejorar su aspecto y Las Prostitutas Segundo Ensanche tanto pertenecían al negocio. Las pupilas tenían siempre deudas con las amas de prostíbulo y terminaban quedando atadas a ellas.

Los siglos XIX y XX fueron testigos de un progresivo aumento del poder de los médicos sobre las prostitutas, que rompe con la idea de que el liberalismo y la disolución gremial conllevaron una flexibilización de 98 Las Prostitutas Segundo Ensanche, Charo, Op Cit, pp Cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen las prostitutas, Las Prostitutas Segundo Ensanche no fuese Las Prostitutas Segundo Ensanche, debía ser tratada en el hospital donde a la enferma se la mantendría en cuarentena y alejada de su trabajo, especialmente si afectaba a la piel.

Sin embargo, no se permitía a los higienistas darles asistencia médica en caso de contraer cualquier enfermedad no susceptible de contagio poniendo en evidencia que el bienestar de las mujeres no tenía cabida en el Reglamento. En caso de que la prostituta contrajese una enfermedad incurable era dada de baja en los registros de forma definitiva 99 En general y desde la edad moderna se produjo una sustitución de los saberes femeninos asociados al cuerpo de la mujer y especialmente a la maternidad por un discurso médico que estigmatizaba a figuras como la matrona.

Capítulo IV: Del facultativo. Los inspectores dependían directamente Las Prostitutas Segundo Ensanche médico higienista y debían llevar un registro de altas y bajas en el que se anotasen los reconocimientos sanitarios de pensionistas y aisladas, así como Las Prostitutas Segundo Ensanche observación relativa a su cargo.

Tenían también la obligación de Las Prostitutas Segundo Ensanche al hospital a las prostitutas enfermas y de entregar Las Prostitutas Segundo Ensanche respectivas cartillas en el Negociado de higiene, así como devolvérsela una vez se les hubiese dado el alta y se hubiesen tomado las anotaciones pertinentes. Capítulo V: Inspección y vigilancia. En caso de insolvencia, las afectadas sufrirían arrestos correspondientes a la suma que estuviesen forzadas a abonar El Las Prostitutas Segundo Ensanche de los reglamentos, así como la documentación relativa a multas y denuncias suscitada por la aplicación del mismo permite rehacer Las Prostitutas Segundo Ensanche parte la vida de estas mujeres a medio camino entre la casa galera, el prostíbulo y el hospital, y también acercarse a la figura del ama.

Ni siquiera recogen la posibilidad de que un hombre dirigiese una mancebía y desde luego no se dirige ninguna prerrogativa hacia los clientes, quienes siempre disfrutaron de total libertad y anonimato. Dos mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la prostituta.

No sólo se mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera vez el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para ejercer la prostitución. Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en él se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión ha sometido al someterlo v.

Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v. Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial. Capítulo II: Administración del servicio de Higiene especial. Artículos 2 a En caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, debía esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro. Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre Las Prostitutas Segundo Ensanche registro eran la muerte y el Las Prostitutas Segundo Ensanche.

De forma que la confianza en estas mujeres residía en el control que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas.

Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia debían a su vez someterse a examen en el caso de no superar los cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos.

Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo control sobre su comportamiento. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas mintiesen respecto a su edad.

Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de sociabilidad masculina de burdel a edades muy tempranas Se pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que no se restringían las idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, Las Prostitutas Segundo Ensanche y Las Prostitutas Segundo Ensanche en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo preocupaba evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud Las Prostitutas Segundo Ensanche las mujeres.

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Tanto los apartados dedicados a los médicos como aquellos que se dirigían a los inspectores recogen con claridad la prohibición de acepar cualquier estipendio extraordinario o soborno por parte de amas y pupilas.

Es posible que parte del personal dependiente del Negociado de higiene cometiese irregularidades que obligasen a tomar medidas legales. Capítulo III: De las prostitutas. También se prohibía a los inspectores que incurriesen en alguna falta del reglamento y aceptasen sobornos. Capítulo V: Medidas sanitarias. Capítulo VI: Inspección de vigilancia.

Capítulo IV: De la prostitución y las casas Las Prostitutas Segundo Ensanche citas. Reglamento de Higiene Especial Las variaciones respecto al anterior reglamento fueron mínimas, siendo la principal el establecimiento de la edad mínima de acceso a la prostitución en veintitrés años: Capítulo IV: De las casas de prostitución y de Las Prostitutas Segundo Ensanche de citas Artículo Queda expresamente prohibido a las amas de casas de tolerancia, el admitir a muchachas menores de veintitrés años.

El temor a un posible comercio con los cuerpos Las Prostitutas Segundo Ensanche mujeres europeas de clases medias excluía a las mujeres trabajadoras, a las que se continuó viendo como foco de enfermedad y degeneración. Moral panics. Routledge, London, Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados de las enfermedades venéreas.

Capítulo V: Del facultativo. Artículos 51 y A su vez se encomendaba a los dos inspectores de higiene elegidos por el Ayuntamiento actuar con especial discreción, poniendo cualquier duda que les surgiese en conocimiento de la alcaldía: Capítulo VI.

Buena parte de los fondos pertenecientes a la sección de Las Prostitutas Segundo Ensanche especial de Bilbao corresponden a las numerosas Las Prostitutas Segundo Ensanche suscitadas por infracciones de la normativa reglamentista. Se han seleccionado entre los miles de denuncias que conforman los fondos municipales, aquellas en las que no se conoce la identidad del denunciante. Se ha intentado proporcionar una muestra significativa que permita completar la información obtenida a través del estudio del reglamento.

Las estrategias de poder implican siempre una multiplicidad de estrategias de resistencia como respuesta y las acciones de los afectados por el régimen reglamentista no redujeron a la interiorización de los mecanismos de poder disciplinario.

Amas y prostitutas trataron de evadir los férreos controles médicos e incluso trataron de apoyarse en la normativa para volverla a su favor o tratar de eliminar a la competencia apelando al reglamento.

»Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo. 2) ¿Puede distinguirse entre prostitución libre y forzada? A nuestra llegada al piso nuevo del Ensanche, pronto me di cuenta de que en muchas porterías.

Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban a los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha.

Otras denuncias proceden de los médicos higienistas, que a menudo encontraban en las casas de tolerancia prostitutas enfermas.

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Frente a los casos aislados en los que las denuncias procedían Las Prostitutas Segundo Ensanche particulares y vecinos, la regulación de la prostitución preocupó especialmente a las Las Prostitutas Segundo Ensanche, fieles representantes de los intereses de las clases hegemónicas.

La regulación del comercio prostitucional conllevó sin duda importantes ganancias a través de los arbitrios que cobraba el Ayuntamiento a las casas de tolerancia, era realmente todo un negocio ya que de alguna manera eran las propias autoridades las que actuaban como proxenetas participando indirectamente de los beneficios asociados al comercio sexual.

Por otra parte, si los reglamentos ni tan siquiera recogen la posibilidad de que hubiese hombres implicados en el negocio y siempre se habla de amas, las denuncias sacan a la luz la identidad de particulares masculinos plenamente implicados en el comercio carnal.

Sin embargo, no deja de resultar paradójico que siempre fuesen hombres, excepto las hermanas de la caridad de las casas de misericordia, quienes regiesen sobre el destino de estas mujeres.

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Pase este expediente al jefe de la Guardia Municipal para que proceda a la exacción de la indicada multa, haciendo entrega a la interesada de la certificación autorizada de este decreto De las prostitutas I. De hecho, Miren Llona remarca en uno de sus estudios de caso que las mujeres trabajadoras se enfrentaban a grandes dificultades para hacerse respetar y evitar acosos e insinuaciones.
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Frente a la incidencia del reglamento sobre la vestimenta o las conductas indecorosas el reglamento no recoge nada mientras que las denuncias, a menudo remarcaban lo avanzado de Las Prostitutas Segundo Ensanche hora y las molestias suscitadas por el jolgorio. En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas.

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dad de derechos respecto al hombre 2. El punto de contacto entre la prostitución y el higienismo, el campo de ba- talla donde se libró el arduo combate. Las prostitutas que incurrieren en cualquiera de las faltas señaladas en los artículos 22 y 26, serán reconvenidas por la primera vez; y a la segunda. »Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo.
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La lucha de clases. De historia prostitutionis. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el control que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas. Ed Txalaparta. Cit, Introducción al Reglamento de Higiene Especial de
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